martes, 26 de octubre de 2010

De Belice a Córdoba y tiro porque me toca

Tenía los billetes comprados desde hacía un tiempo, las ganas las había ido acumulando con los meses y no había podido parar de mirar en páginas de Internet información sobre lo que iba a ser mi siguiente destino en la interesante búsqueda que es buscar paraísos del mundo, pero por casualidades del destino, este me deparaba una grata sorpresa cuando decidió ofrecerme un nuevo destino, el cual no pude rechazar.

Dejé aparcadas mis ideas (momentáneamente) de visitar el país de Belice para adentrarme por tierras andaluces hasta un lugar que aún guarda la magia de muchos siglos pasados, gracias a la gran cantidad de culturas que han pasado por sus tierras. Este lugar no es otro  más que:
CÓRDOBA
 Bien es cierto que por la breve introducción, se podría pensar en otras muchas ciudades andaluzas como Granada (conviene recordar al Reino Nazarí), Sevilla (Hispalis) o Cádiz, por su pasado fenicio, pero no...

Voy a hablar de Córdoba, dado que he tenido la suerte de haberla visitado hace tiempo (bien es cierto que tampoco ha sido por mucho tiempo, pero igualmente ha sido una agradable sorpresa la que me llevado al visitar la ciudad).

La ciudad de Córdoba está situada en la Comunidad Autónoma de Andalucía, situada al sur de la Península Ibérica, y se encuentra en la provincia que lleva el mismo nombre, que se encuentra al noreste de la provincia de  Sevilla y al oeste de la provincia de Jaén. Aunque mucha gente no lo sepa porque no se suele comentar mucho,  el río que cruza la ciudad es el mismo que pasa por la bella ciudad de Sevilla, por lo tanto, estamos hablando del río Guadalquivir, el cual se puede observar desde uno de los principales edificios de Córdoba. Este edificio es el Puente Romano, desde el que uno puede tener una bonita perspectiva de la ciudad.

Debido a su pasado histórico, durante el cual pasó por ser una importante ciudad del Imperio Romano, cuna de famosos como Séneca (el filósofo que da nombre a las becas para irse por España de juerga para estudiar en otras universidades) o incluso la ciudad de mayor población del mundo durante el siglo X (vía Wikipedia)
cuando la mayoría de la Península Ibérica era Al-Andalus (dio grandes personalidades como Averroes o Maimónides), la ciudad presenta una gran cantidad de edificios antiguos muy bien conservados que permiten explicar porque el centro de la ciudad es Patrimonio Universal de la Unesco desde 1984 y por qué la ciudad opta a ser Capital Europea para 2016 (si Las Palmas de Gran Canaria no se la arrebata antes xD). De todos estos edificios y conjuntos de edificios, conviene resaltar algunos como el Alcázar o la Judería, que es una céntrica zona de la ciudad que destaca por sus callejuelas peatonales y donde merece la pena visitar las casas para observar los típicos patios andaluces, sobre todo en la primavera, cuando los patios se llenan de flores y es un auténtico espectáculo que vale la pena ver y más si coincide con las fiesta grande de la ciudad en Mayo.

 Sin embargo, a pesar de todos estos monumentos citados, la ciudad es famoso por uno en particular, cuya visita no debe faltar nunca, ya que al igual que ocurre con La Alhambra, son de esos edificios que hay que vistar al menos una vez en la vida. Este edificio no es otro que la Mezquita-Catedral de Córdoba.
A pesar de lo que pueda parecer por fuera, por donde (desde mi humilde opinión) no parece tan sorprendente; todo cambia cuando entramos entre sus muros. Nada más entrar en el edificio nos encontramos con el Patio de los Naranjos, que como el nombre indica es un patio lleno de naranjos :P. Una vez pagada la entrada de rigor (como pasa en casi todos los touristic places y que vale un precio considerable) se puede acceder a la Mezquita propiamente dicha, que llama la atención por la gran cantidad de arcos que hay. Pero lo más raro o sorprendente no son estos arcos o la Mezquita en sí,, sino la Catedral que está justo en el centro de la Mezquita ¿Por qué hay una catedral en medio de una mezquita? Porque a unos cuantos reyes cristianos les salió de sus adentros y les daba pena destruir la Mezquita, así que para ahorrar espacio en la ciudad y material, la hicieron dentro de la Mezquita.
Una vez dicho todo esto, solo me queda hablar de un par de apuntes sueltos:
- Por un lado, hay que saber que la ciudad es muy turística. y esta llena de turistas de todos lados.
- Por otra parte, como en el resto de España, la comida es insuperable. A saber, se deben probar gran cantidad de platos locales, como los flamenquines de jamón serrano, el salmorejo, el rabo de toro (esto no sé cómo sabrá) o el pastel cordobés (simplemente es un hojaldre con cabello de ángel), además del vino dulce Pedro Ximénez.

P.D. Las Ketchup son eran de Córdoba (después del Bloody Mary creo que decidieron inmolarse)