El final del viaje nos esperaba, así como un largo paseo hasta Barcelona, lo que mucha gente aprovechó para descansar durante el trayecto.
Nuestro fantástico chófer como regalo de despedida nos quiso hacer un gran favor antes de llegar al aeropuerto y decidió darnos un minitour por la ciudad de Barcelona, lo cual se agradeció mucho, especialmente para personas como yo, que nunca habían estado en la ciudad condal.
Nuestra primera parada fue una de las grandes obras de Antoni Gaudí, el Parque Güell, que desgraciadamente estaba repleto de turistas con lo que no era muy fácil ir de un sitio para otro. A esto hay que sumar el hecho de que estábamos en pleno verano, lo cual tenía que mucho que ver con que hubiera 37ºC de temperatura, así como que ese día se iba a jugar un Barcelona-Real Madrid en la ciudad. (Previamente al Parque Güell, y como regalo del chófer a todos los barcelonistas, este nos había obsequiado con un paseo junto al Camp Nou y el resto de instalaciones del club como la nueva Masia)
Aprovechamos la visita al Parque Güell para sacarnos una cuantas fotos con la ciudad de fondo, así como para comprobar cuántos manteros pueden llegar a reunirse en un plaza para vender artículos de dudosa procedencia y la velocidad y aceleración de estos corriendo nada más escuchar los gritos de uno de ellos cuando los Mossos d´Esquadra se acercan (lejos de resultar irónico he de admitir que fue un auténtico espectáculo). Tras encontrar algo de sombra, justo debajo del principal mirador del parque, y sacarnos una foto con la típica salamandra de la entrada del parque, comprobamos que era hora de irnos a nuestra siguiente parada y ahí estaba la Sagrada Familia esperándonos, previo paso por un estanco para comprar algún helado para refrescarnos.
Nuestro chófer nos dejó justo enfrente de la entrada a la Sagrada Familia para que nos pudiéramos sacar unas fotos, tras lo cual rodeamos la manzana para comprobar la larga cola que hay incluso en verano y que se debe hacer para poder visitar el interior de la basílica, que no catedral, cosa que muchos turistas confunden, dado que la catedral de Barcelona es otra iglesia diferente y más antigua a la Sagrada Familia, y que intentamos visitar posteriormente, pero debido a su alto precio preferimos saltar, así que nos conformamos con ver por fuera así como vimos montados en la guagua, otros atractivos de la ciudad como La Pedrera, la Casa Batlló o las Ramblas de Barcelona.
Como última parada antes del aeropuerto del Prat, pasamos por la Plaza de Colón para ascender la montaña de Montjuic desde donde pudimos contemplar la ciudad entera incluyendo zonas como el Puerto de Barcelona, el estadio Olímpico de Motjuic, la Plaza de toros de la Monumental (que dentro de poco, cerrará sus puertas a los espectáculos taurinos de forma definitiva) o el Palacio de Congresos de Barcelona. Una vez sacadas las fotos de rigor, nos montamos en la guagua para tomar camino al aeropuerto, en el cual, nos pudimos despedir de nuestro chófer al cual le entregamos un regalo de agradecimiento y nos preparamos para volver a casa tras una gran experiencia de varios días que al final se hizo muy corta y en la que, en lugar de conocer un poco más a unos completos desconocidos, pude empezar a conocer a unos grandes amigos para muchos años.
P.D.Muchas gracias a Aday por sus fotos, que me han sido muy útiles para la edición de estas entradas
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